Barcelona, abril de 2015
Mis hijas y
yo también somos unos amantes de las estrellas, con nuestro telescopio, a veces
podemos pasarnos las horas mirando en un hueco de la noche. Es increíble como
desde tan pequeño la curiosidad es algo innato en el ser humano, por eso os
entiendo cuando os planteabais seguir el camino de las estrellas o el de la
informática. Ahí donde estés, David, en el cielo, compartimos también esta afición.
Nuestros
caminos, David, se cruzaron en el curso 90/91 donde hicimos juntos la práctica
de DUABD en la Facultad de Informática de Barcelona (FIB), y donde me enseñaste
mucho de lo que sé de programación, tu ya eras un experto, quizás por eso o
porqué formamos un buen tándem nos pusieron una excelente nota (9) en aquella
práctica.
No sé si fue
primero Luis o a ti a quien conocí, lo que está claro es que desde entonces
formábamos un grupo inseparable los tres, nuestras charlas interminables
primero, luego la distancia propició que esas charlas se convirtieran en
interminables cadenas de mails....siempre al final, después de la pasión con
que discutíamos, venía la calma, haciendo que el verdadero valor de nuestra
relación, nuestra amistad imperturbable, nos pusiera otra vez en el punto de
partida, y prevalecieran siempre nuestros enormes lazos. En eso eras un
genio.
También
conocí a Kico por aquellos entonces, en una sala de prácticas de informática de
la FIB, nos presentó David o mejor dicho hizo de intermediario pues nos
disputábamos el equipo para hacer las prácticas. Él siempre supo estar ahí, con
sus amigos, era un generador de buen rollo y se hacía querer mucho. Kico, tú lo
sabes mejor, David se hacía querer.
Siempre, como
a un hermano mayor al que admiras, tuve una gran referencia en ti: "mi
amigo David, después de la crisis del 92 en España, tuvo que irse a la mili y
luego emigrar....", como cuenta muy bien Kico, por ello no lo repito aquí,
su primera etapa mirando frascos de cristal en aquella fábrica de perfumes de
Londres, para luego triunfar con una carrera meteórica en la informática. ¡Qué
buen informático, David! Por eso, me enorgullecía cuando te ponía en mis
conversaciones: "Mi amigo David, que se fue a la aventura y se supo buscar
muy bien la vida, sabe idiomas, tienen un don especial para hacer amigos,
etc-etc..., y es un Ingeniero Superior en Informática que tiene la cabeza muy
bien amueblá"
Aquella vez
que hablamos durante 1 hora y media al teléfono, tú en Alemania, yo en España,
donde yo trataba de animarte a mi manera, quizás ésta y otras fueron pocas las
ocasiones que pudimos hablar últimamente, pues nos comunicábamos sobre todo electrónicamente ...
Aquella
última vez que nos vimos fue en Murcia, aquel día ibas en familia, con tus
niños y con Veronique, a los que tanto querías. Como me acuerdo de aquel día,
como si hubiera sido ayer, y ya han pasado más de tres años.
David,
gracias por brindarnos tu amistad, y por dejarnos tu forma de ser y tu
recuerdo, es un lujo que todos los que te hemos conocido podemos tener y
compartir con otros: para que perdure para siempre.
José María
García.
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