Palma, octubre de 1992
Por aquel entonces aún llevaba gafas (o lentillas). En un ojo llevaba más de 4 dioptrías, en el otro unas 3,75 aproximadamente. Para librarse de la mili ambos ojos debían pasar las 4. Así y todo y consultando con mi oftalmólogo decidimos que valía la pena pedir que me hicieran la prueba los militares a ver que pasaba. Hubo amigos que me aconsejaron algún disparate como machacarme el ojo izquierdo los días antes de ir, a ver si colaba. También me contó Julio otro caso de un amigo suyo que se comió granos de café y le salió no sé que en la radiografía y que lo alegó para librarse en Argentina...
Para hacerse la prueba había que volar a Mallorca. Ellos te daban el billete de avión y pasabas el día allí.
Yo aún no conocía bien Palma. Sólo había ido alguna vez acompañando a mi madre y también habíamos hecho un viaje de verano toda la familia. Esa fue la primera vez que fui solo y por la zona de la Calle Olmos encontré el edificio militar dónde hacían las pruebas. Me presenté y allí el oftalmólogo me hizo unas pruebas "objetivas", de forma que yo no podía pretender ver o no las letras. Después de un rato y cuando estaba acabando de hacerme las pruebas le pregunté:
- ¿al final me salvo o no?
- ¿SALVARSE?, UNO SE SALVA DE CAERSE POR UN PRECIPICIO O DE QUE LE ATROPELLE UN CAMIÓN, UNO NO SE "SALVA" DE SERVIR A LA PATRIA.
Salí de ese edificio con los ojos llorosos y llamé a un ex-compañero mallorquín de la Universidad que había estado con nosotros en Polonia. Cuando salió de su trabajo nos vimos enfrente de la Catedral y fuimos a comer juntos. Por la tarde ya regresé a casa.
Tenía ante mi la puta-mili: ya no había salvación (sí, no me podía ¡SALVAR, ¡SALVAR, ¡SALVAR!). Para mi salvarse era poder ejercer mi profesión, poder trabajar en otros países, ser libre. El Estado dedicaba muchísimos recursos a educar universitarios que después se dedicaban durante 9 meses a hacer de oficinistas en el mejor de los casos y en el peor a formar a otros soldaditos. En Francia, durante la misma época, los universitarios podían escoger realizar 2 años de servicio a su país en el extranjero. Por ejemplo, mi amigo Thierry pasó ese tiempo en Estocolmo investigando en la Universidad. Eso es un servicio útil para las personas formadas y para sus países.
Estábamos en Octubre, debía poner los papeles para el sorteo y ver en que promoción me tocaría hacer la mili. Puse lo más tarde posible para intentar aprovechar el tiempo intermedio. Me tocó Noviembre del año siguiente. Tenía casi un año, que decidí aprovechar en aprender Francés (y si podía, ir a Francia in-situ). Ver "Aprendiendo Francés en Toulouse" para esta historia.
La pregunta que me podríais hacer es ¿porqué no te hiciste objetor de conciencia? La respuesta es sí, me hice objetor de conciencia pero una vez acabada la mili. Si me hubiese hecho objetor antes, en vez de esperar 9-12 meses (un tiempo conocido) en comenzar hubiese tardado un tiempo indefinido, ya que entonces no estaba muy claro lo que tardaban en llamarte. Eso me hubiese impedido planificar mi futuro y lo que me apetecía es saber qué podía y no hacer.
Como ya sabéis, estuve 9 meses en Toulouse y después de ese tiempo renuncié a lo que me quedaba de beca allí para ir a la Mili. Pasé de ganar unas 120.000 Ptas y ser autosuficiente a ganar 2.000 y depender de mis padres nuevamente.
Había pedido hacer el servicio en la Península y así poder trabajar o ir buscando trabajo para después, pero me tocó en casa. A muchos de mis amigos que les convenía hacerla en casa, los mandaron fuera...
Nota: durante la mili, en semana santa, tuve tiempo de hacer un viaje en bici por Mallorca. Disponible próximamente...
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