La historia de mi padre: viaje a las raíces

Con motivo de los 93 años de mi padre, he redactado parte de una conversación que tuvimos hace 2 veranos con mis padres, de la que tenemos una grabación, y en la que nos contaban parte de su vida. Espero que se anime y ahora que tiene algo escrito le den ganas de que escribamos juntos mucho más.

Paco Borrás

Mahón, 4 de marzo de 2016

Nací un día como hoy hace 93 años en Na Xenxa, una finca en el término municipal de Es Castell. Mis padres también vivían allí pero desgraciadamente mi padre murió muy joven, a los 37 años, y tuvimos que trasladarnos a Mahón. Mi madre buscó a un pagés para la finca y con la ayuda de su hermano de San Clemente compró una casa vieja en el Cos de Gracia. Allí nos trasladamos mi madre, mis hermanos Pedro, Marieta, Lorenzo y yo.

A la finca de Na Xenxa íbamos a pasar el verano. Años después, el pagés se casó con una criada que teníamos. Cuando ya éramos mayores mi hermano Pedro se aficionó al campo y fue él quien se encargó de la finca, viviendo en ella hasta su fallecimiento. Su familia aún vive y explota esa finca.

Mi tía Magdalena que se casó con un veterinario que se llamaba Cromacio Abadía. No tenían hijos pero siempre nos ayudaron mucho. Mi tía solía venir a casa por las tardes a hablar con mi madre. Mientras, Cromacio solía ir al Dinaret, un casino dónde jugaban a las cartas y pasaban la tarde. También en la plaza del Príncipe estaba el Casino Mahonés, dónde iba la “gente bien”. Eran famosos sus bailes de Carnaval y también fui allí a Bodas. Ahora allí está el Ars Café.

Mi hermano Lorenzo murió a los 20 años pues nació con problemas en un pulmón. Se ponía mucho enfermo, fue a Barcelona dos veces con mi tía Magdalena pero no pudieron salvarlo.
Mi padre tenía dos hermanas que vivían en la calle Cifuentes. Esa era la antigua casa familiar. De una de ellas heredé años después la finca de Malbuger Vell.

La casa del Cos que habíamos comprado era sólo la entrada, un comedor, la salita y el dormitorio interior. En el primer piso había más dormitorios. Esa fue la casa dónde también viví cuando me casé, pero en el piso de arriba. Cerramos abajo separando la vivienda y mi madre quedó abajo. Marita y yo pasamos arriba. Se hizo una mínima obra, empapelando las paredes y dejando un suelo antiguo que gustaba a mi mujer. Aún ahora seguimos en esta casa.

Ya con mi mujer, los veranos íbamos a pasarlos a la casa del puerto que tenía su madre. Más adelante cuando la familia creció ya no cabíamos bien y empezamos a pasar Agosto en la casa de Binisafúa. Íbamos allí nosotros dos, los cuatro niños, dos gatos y dos pájaros. Todos en el mismo coche y sin elevadores ni cinturones. Primero con un Seiscientos y luego en un Renault 6.

Aquí os he contado cuatro pinceladas, a ver si conseguimos escribir más en un futuro.

Paco Borrás

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