domingo, 25 de enero de 2015

Un año en IBM


Estocolmo, septiembre de 1991 a octubre de 1992


Mi primer trabajo después de acabar los estudios fue en Suecia. Allí pasé un año trabajando y viviendo en Estocolmo. Toda una experiencia vivir las cuatro estaciones en un lugar con tanto contraste entre ellas. En esta entrada explico el proyecto en el que trabajé: LanguageAccess.


                                                               En mi oficina de IBM


Como comenté en una entrada anterior, llegué a Suecia para trabajar en IBM justo después de acabar la Licenciatura de Informática en la Universidad (UPC). Era como un sueño poder trabajar en el IBM Nordiska Laboratorier, participando en un proyecto de procesamiento de lengurmeaje natural llamado LanguageAccess y en la mayor empresa de informática de la época. Había elegido esa beca precisamente por el proyecto, ya que tuve la opción de ir a IBM en Toronto pero a un trabajo que me parecía menos interesante. En el último año en la FIB había estudiado Inteligencia Artificial, incluyendo un tema sobre Lenguaje Natural. Además, en la carrera también habíamos visto el lenguaje Prolog que es muy adecuado para este tipo de proyectos.


                                                     IBM Nordiska Laboratorier, Lidingö

El laboratorio de IBM estaba en una isla de Estocolmo, Lidingö. Llegaba tras dos trayectos de Tunnelbana (es como llaman al metro allí) y uno de autobús sobre el puente que llega a la isla. En la empresa me encontré con unos 20 becarios procedentes de todo el mundo. Algunos acababan de llegar, otros llevaban ya un año y habían extendido su beca a año y medio. Allí tuve una fantástica oficina para trabajar, algo que nunca más he vuelto a disfrutar.

LanguageAccess era un sistema informático que estaban desarrollando y permitía acceder a Bases de Datos en español, francés e inglés.

Para acceder a una Base de datos se hace a través del lenguaje standard SQL (lo que implica aprenderlo) o a través de un programa que permite realizar algunas consultas preparadas. Para consultar cualquier cosa, hacía falta saber SQL. Esto lo intentaba arreglar LanguageAccess pudiendo hacer consutas en Inglés, Francés o Español. A veces había ambiguedades, por lo que el sistema planteaba varias opciones para elegir cual era la que se había querido decir.

Estaba compuesto de tres partes:
  • Engine. Permitía traducir las consultas de lenguaje natural a SQL, el lenguaje para acceder a Bases de Datos. Usábamos DB2, el Sistema Gestor de Bases de Datos de IBM y estaba programado en Arity Prolog.
  • Customization Tool (CT). Permitía configurar el vocabulario a utilizar. Conjugaba verbos, generaba plurales de nombres y adjetivos, etc. Había uno por idioma: Inglés, Francés y Español.
  • User Interface. Comunicación con el usuario. Al estar separado del Engine podía ser sustituido fácilmente por otro entorno si se daba el caso.


                                                      Pantalla de MVS

Yo trabajaba en el CT que estaba hecho en los lenguajes C y Prolog. Usaba el nuevo Sistema Operativo de IBM con ventanas OS/2, que intentaba competir con el incipiente Windows. LanguageAccess, por su parte, funcionaba en los grandes Sistemas Operativos de IBM: VM y MVS.
En el departamento éramos unas 20 personas. Para el CT había una becaria francesa que lo adaptaba a su idioma, un sueco hacía el CT inglés y nos coordinaba, mientras que yo hacía el español. No se trababa de traducir el programa, para esto tenían traductores profesionales en una agencia de España. Con la colaboración de lingüistas de cada uno de los tres idiomas “enseñábamos” al programa a conjugar los verbos regulares e irregulares, formación de plurales de nombres y adjetivos, etc. En resumen, lo que hacía es preparar el vocabulario con el que le podrían luego realizar consultas. Era específico del tema de la Base de Datos, no de propósito general. Si se preguntaba sobre bancos, se le enseñaba vocabulario sobre cuentas, usuarios, transferencias, etc. Si era sobre una Base de Datos de una empresa, sobre empleados, jefes, proyectos, etc. No todo era automático, precisaba la interacción con una persona que lo adaptaba al vocabulario a usar.

Era un trabajo muy interesante y que cuando llegué ya estaba muy avanzado. Durante el año que permanecí allí prácticamente no desarrollé nada nuevo. Estábamos ya en una etapa de testeo y corrección de errores. Tuve que escribir poquísimo código pero hacerlo y modificar el existente como si fuese un cirujano. El proyecto me gustó y pedí extender mi beca hasta el año y medio.


                                                    Ejemplo de captura de pantalla de OS/2

Había más departamentos: el que desarrollaba el Engine, el de la herramienta para procesamiento por voz, márketing y ventas, etc. Era un gran proyecto que llevaba años en marcha. Desgraciadamente, las ventas no funcionaban bien. Era un proyecto muy caro que posiblemente el mercado aún no necesitaba. Poco antes de cumplir allí mi año, me dijeron que la cosa iba mal y no podía permanecer más tiempo en el proyecto. Poco después lo iban a cancelar. Seguramente era más un proyecto para existir dentro de una Universidad que en una empresa privada que precisa cifras de ventas para justificar sus productos.

Cuando ya tenía asumido que volvía a España me ofrecieron un puesto en otro proyecto completamente diferente, aunque tenía tan claro que me volvía que ya no consideré esa opción.
En cualquier caso, IBM es seguramente la mejor empresa para la que nunca trabajaré. Trataban estupendamente a los empleados (incluso becarios como nosotros). Tanto al principio como al final de mi estancia tuve charlas con el jefe del Departamento, con el que por trabajo nunca llegué a coincidir. Fueron conversaciones que mostraban que se preocupaban por la gente y dejaron en muy buen lugar a la empresa.
Durante el año tuve dos sorpresas: a final de 1991 a todos los becarios nos subieron el sueldo y durante el invierno un día nos llamaron a recepción a recoger un chándal de IBM. En invierno nos llevaron unos días a Mora para charlas de la empresa. Además teníamos acceso a un sorteo de cabañas para ir a pasar las vacaciones de invierno y a ir a un polideportivo de IBM en la central de Kista. Muchos fines de semanas fuimos allí a jugar a futbito o Voley y por supuesto después a la sauna. En mi  despedida, además, me regalaron un libro de Prolog, un cristal sueco con un delfín y me dieron una fantástica carta de recomendación.


                                                       Sobre un lago, cerca de Estocolmo

2 comentarios:

  1. Y la pregunta de hoy es... ¿quién ha visto más mundo, Kico Borràs o Willie Fogg?

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  2. Sí Ana, soy un privilegiado!
    Seguiré contando más historias por un tiempo...

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