Marita Palmer (Ma Magdalena, por la abuela de Mahón), nació poco antes de la Guerra Civil, una contienda que marcaría su vida ya que en ella perdió a su padre. Tuvo una hermana mayor, Ma Antonia, que murió muy pequeña cuando su padre estuvo destinado en Figueras y un hermano menor, Jaime, que fue militar y vive jubilado en Sevilla viniendo cada verano a su casa del puerto de Mahón con su familia.
Su padre era militar, de Palma, y después de la guerra fueron visitando casi cada año a su familia mallorquina, con la que no siempre se llevaron bien. Tuvo especial cariño a su tío Rafael que era marino y con el que hizo bastantes travesías en barco entre Mallorca y Menorca. En el año 46 con el dinero que les correspondió de una herencia de la familia de Palma compraron la finca de Biniach por 300.000 Ptas, que aún es de la familia. Durante toda su vida tuvo también un contacto especial con su primo Jaime Palmer y su mujer Ma Rosa.
Su madre Rita era de Mahón y tuvo que salir adelante quedándose viuda con 2 niños pequeños con sólo 26 años. Sus padres le ayudaron mucho y el abuelo materno fue siempre muy especial para Marita, haciendo un poco el papel del padre que no tenía.
La guerra la pasaron entre la finca de Alaior Santa Magdalena y la casa de sus abuelos maternos en la calle Anunciavay de Mahón. El conseguir alimentos durante la guerra no fue nada fácil y el abuelo tuvo que recurrir al huerto que tenía en la Calle San Fernando de Mahón. Ya después de la guerra un militar amigo de la época de Figueras ayudó a Rita con la pensión de viudedad y ella también hacía en casa jerseys y ropa de niño.
Marita dejó pronto el Bachillerato e inició estudios de corte y confección, bordado a máquina y alguna cosa más. Todo ésto siempre se le dio muy bien y sus 4 hijos siempre llevarían jerseys hechos por ella.
Años después, con alguna amiga, retomó los estudios de Bachillerato, hizo la carrera de magisterio y aprobó las oposiciones. Estuvo un tiempo en San Miguel de Salinas (Alicante) trabajando de maestra hasta que se casó con Paco Borrás, también de Mahón. Vivieron en la Calle Cos de Gracia de Mahón y estuvo en excedencia de su trabajo como maestra hasta que el menor de sus 4 hijos tuvo unos 6 años. Entonces retomó su vocación trabajando en la Escuela de Es Mercadal y los colegios de Mahón Fontirroig, Toni Joan y Virgen del Carmen hasta su jubilación. Años después su hijo mayor, Kico, también trabajaría de profesor de informática.
A Marita siempre le gustó mucho viajar aunque durante unos cuantos años tuvo miedo a volar en avión. Con su madre Rita y su hermano Jaime realizaron muchos viajes, la mayoría en coche, por España y ya de jubilada y con Paco realizaron innumerables viajes con grupos de amigos, con sus hijos etc.
Entre los viajes que hizo cabe destacar los viajes con su familia a París (1989), Gerona (2007) y Budapest (2008). Cruzó el charco una única vez cuando, ya sin miedo a volar, llegó hasta Venezuela (2004) a la boda de su hijo mayor, Kico.
Marita fue también, como su madre, una buena cocinera destacando su Gazpacho y el Oliaigua. Aquí algunas de sus recetas. Ahora uno de sus nietos, José María, es un conocido cocinero de la isla.
Con su marido fueron muy ahorradores y compraron varios pisos en Mahón que se dedicaron a alquilar y también reformaron la finca Malbúger Vell para dedicarla al turismo vacacional sobre el año 2000. Con todo ello pudieron pagar los estudios a sus hijos en Barcelona, Sevilla y Palma.
Al principio los veranos los pasaron con su madre Rita y su hermano en la casa del puerto de Mahón aunque después se hicieron el chalet de Binisafúa dónde siempre iban los fines de semana y vacaciones con sus 4 hijos y su madre. Cuando sus hijos ya fueron mayores sólo iban en verano y se volvió el lugar de reunión familiar con la familia de Sevilla.